(USANDO: LA NUEVA VERSIÓN
INTERNACIONAL)
1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que
es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
Hebreros 9:14
Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del
Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra
conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos
al Dios viviente!
Santiago 4:8
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense
las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!
Tito 2:14
Él se entregó por nosotros para
rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido,
dedicado a hacer el bien.
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