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Salmos 32:1, 8-10
1 Dichoso aquel
a quien se le perdonan sus transgresiones,
a quien se le borran sus pecados.
8 El Señor dice:
«Yo te instruiré,
yo te mostraré el camino que debes seguir;
yo te daré consejos y velaré por ti.
9 No seas como el mulo o el caballo,
que no tienen discernimiento,
y cuyo brío hay que domar con brida y freno,
para acercarlos a ti.»
10 Muchas son las calamidades de los malvados,
pero el gran amor del Señor
envuelve a los que en él confían.
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